Un hombre trata de violar a una experta en Kickboxing y recibe una paliza



No es común -y hasta cierto punto no está bien- que alguien celebre abiertamente la violencia; sin embargo, cuando la historia en cuestión cuenta que el agresor sexual fue noqueado por quien se supone habría de ser su víctima, es difícil no celebrarlo.

La historia es la siguiente: Marcos Willis, de 39 años, intentó atacar a una mujer en Cheltenham, Inglaterra, cuando ésta estaba a punto de entrar a su casa alrededor de las 2 de la mañana. Él la tomó por sorpresa y la golpeó varias veces antes de empujarla contra la pared; sin embargo, cuando intentó bajarle el short la trama dio un giro inesperado.


¿Qué pasó? Pues resulta que la supuesta víctima era una experta kickboxer que, además, sabía defensa personal. Así que resultó obvio que cuando se vio amenazada intentó romper el brazo de su agresor para luego controlarlo con una llave de tijera que lo estranguló hasta que el hombre se desmayó.

“Él se puso sobre mí y me dijo ‘cállate y haz lo que digo, o te haré daño’. Yo le dije ‘vete a la mier*@’. Intenté romperle el brazo pero él se zafó y me golpeó varias veces en la cara. Me quedé atontada unos segundos; él se aferraba a mi ropa y no podía lograr que se soltara”.


Sin embargo por un momento las piernas de ella pudieron zafarse y aprovechó para levantarlas hasta los hombros del tipo y rodearle el cuello. “Crucé mis piernas y le apreté el cuello tan duro como pude”.

“Él estaba forcejeando porque no le llegaba aire, pero su cabeza estaba inmovilizada. En un intento por respirar levantó su mano derecha y me golpeó la cara. Cerré mis ojos y no lo solté durante todo ese tiempo; estaba esperando que todo pasase en cuestión de segundos”.

“Luego, cuando sentí que su cuerpo comenzó a aflojarse, lo solté, lo volteé y me arrastré hasta la puerta de mi casa. Después de que entré a mi casa escuché que un carro se arrancó y supe que había huido”.

Cuando Marcos Willis fue arrestado admitió el asalto -lo que le provocó una lesión en el brazo-, pero negó la agresión sexual, y alegó que la había atacado porque ella le estaba tomando una foto cuando él estaba orinando. No obstante se encontró el ADN de sus manos en el short de ella.


El juez encargado del caso dijo: “No todos pueden hacer lo que ella hizo. Y no tengo ninguna duda de que si ella no hubiera actuado de esta forma, lo que habría sufrido sería más grave que lo hizo”. Además, pidió que se le diera a la víctima una recompensa de 500 euros por su valentía, como “una pequeña muestra de agradecimiento de la corte”. El nombre de la kickboxer quedó en el anonimato por razones de seguridad.